Viaje relámpago y sorpresa es como podemos definir la visita
a la capital del mundo. Sí, la capital del mundo. La sensación cuando llegas a
NYC es de haber estado ya. Todo te suena, todo lo conoces, todo lo has visto en
innumerable películas y series de televisión (en pelis como Men in Black, la Jungla
de Cristal 3, y, cómo no, series como CSI Nueva York).
En menos de cuatro días, viaje organizado. Billete de avión,
hostal, traslados de aeropuerto. Para los que se quieran ir de manera exprés:
Valencia-NYC 386€ con AirFrance,
una ganga. Como siempre ahorré en dormir. Realmente no es ahorrar sino vivir la
estancia de otra manera, de una manera joven e internacional. Los hostel
asociados en Hi Hostel tiene un buen
nivel de limpieza, son divertidos y además, en mi caso, el desayuno estaba incluido.
Me hospedé en el New
York City Hostel, no puedo pedir más con la rapidez con que tuve que encontrarlo
y además sólo 38€ la noche en habitación de seis personas.
Con dos días libres para estar en la ciudad me dediqué a
disfrutar. Esta vez el viaje lo realicé solo. Viajar solo es una gran
experiencia, tienes mucho tiempo para reflexionar, para pensar en uno mismo, en
otros… Por momentos echaba de menos a mi compañera de viajes habitual, cierto,
pero esos paseos avenida arriba, avenida abajo me han venido perfectos para
pensar y desconectar de todo y de todos.
NYC está llena de taxis amarillos, de gente de todas las nacionalidades
imaginables, de rascacielos, de ritmo, de vida… Es el objetivo para cualquier
amante de la vida en la ciudad. Cosmopolita, llena de cultura, atractiva, interracial… se me acaban los adjetivos. Es
digna merecedora de título de capital del mundo. Volveré sin duda.
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