Jaipur es una floreciente ciudad que destaca por los numerosos y variados bazares que podemos encontrar en la Ciudad Rosa o casco histórico. Hasta cuatro visitamos en un solo día, aunque no todos están enfocados a los turistas. Los que sí lo están venden pasminas, pulseras, gemas y calzado principalmente. Colores vivos y alegres caracterizan a estos puestos. No hay que olvidarse, como siempre, de regatear para obtener un precio más ajustado.
A parte de los bazares, que son mi debilidad, lo que más me ha gustado, de Jaipur es el Palacio de los Vientos o Hawa Mahal. Este palacio de color rosa fue construido por un marajá para que las mujeres de la casa real vieran la vida cotidiana y las procesiones de la ciudad.
Para ver unas vistas espectaculares de la ciudad merece la pena subir al Minarete que Roza el Cielo o Iswari Minar Swarga Sal. Las vistas del casco antiguo no decepcionan.
Y para los amantes de la astronomía es recomendable visitar el Jantar Mantar, un remanso de paz en mitad de los bazares de la ciudad. El Jantar Mantar es un observatorio que se comenzó a construir en 1728. Está compuesto por estructuras enormes que hacen las veces de aparatos que miden de forma muy exacta el tiempo, la posición de las estrellas, los eclipses, etc. Este lugar es ideal para hacer un alto en el camino y descansar sentados en el césped o en alguna de estas estructuras. El Jantar Mantar fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2010.
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