TRADICIÓN BUÑUELERA

Los que nos conocéis y los que seguís el blog, sabéis que tenemos debilidad por la gastronomía, y que además la vivimos como parte importante de cada viaje que realizamos. Una de las cosas que más me sorprendió al venir a vivir a Valencia es la tradición en la elaboración de dulces con motivo de distintas festividades y celebraciones.

La tradición gastronómica de las Fallas es tomarse un chocolate y unos buñuelos de calabaza (en su defecto unos churros o porras). La ciudad se llena de puestos ambulantes en los que también venden porras y todo tipo de dulces fritos con rellenos y coberturas de azúcar, chocolate y crema. Vamos una bomba de relojería a las puertas de la operación biquini.

Volviendo al tema de lo tradicional, los mejores sitios para tomarse un buen chocolate con buñuelos son los establecimientos fijos que hay en la ciudad, y que habitualmente venden chocolate y buñuelos durante el invierno y horchata y fartones durante el verano. Os recomiendo dos sitios: la Horchatería Collado (ubicada en la plaza con el mismo nombre, en pleno centro de Valencia) y la Horchatería Fabián (en la Calle Císcar, 5). La diferencia con los buñuelos de los puestos ambulantes es escandalosa, ya que en estos y otros establecimientos fijos los buñuelos están recién hechos, están crujientes y sabrosísimos.

Una tercera opción, son los buñuelos caseros. Varias amigas me han comentado que en sus respectivas familias es tradición preparar buñuelos en Fallas. Sus abuelas primero, y ahora sus madres y ellas mismas los preparan por estas fechas. Pero por lo visto es más difícil de lo que parece. Yo de momento, me conformo con catar los de las horchaterías que os he comentado.