viernes, 25 de marzo de 2016

PARAÍSO PARA EL PALADAR

Mis reticencias de visitar un país del Magreb se derrumbaron con el primer bocado que pegué. Más que por la comida, mis temores residían en la seguridad. Ahora puedo confirmar que la desinformación de los medios es un mal que nos hace olvidar lo maravillosa que es esta cultura tan cercana y hermana.

Ya la primera comida en el hotel fue una explosión en la boca. Carne picada de dudosa procedencia, especiada con mil y un condimentos, en una baguetina al más puro estilo francés... ¡Delicioso!

Paseando por Fez te das cuenta de la cercanía gastronómica con España por los productos que se venden. Es normal ver carnes como cordero, ternera y pollo, además de extravagancias como camello y carnero. En cuanto a las verduras se aprecia la calidad del cultivo sin productos químicos y hierbabuena. Si a algo huelen los mercados de Fez, y entiendo que en Marruecos en general, es a la hierbuena usada compulsivamente en los tés que se pueden tomar en cada rincón de la medina. Hay puestos de especias, dulces, dátiles, y por supuesto, lugares donde sirven la deliciosa y reconfortante sopa harira.

Como en todos los viajes, menos en Australia, hemos hecho un curso de cocina local. La verdad es que en Fez hay poco lugares para hacerlos y nos decidimos por el curso del Riad Tafilalet y el cheff Lahcen Beqqi. Sabíamos que sería de nivel porque ha aparecido en Hola y en la revista Traveller. La mañana empezó con un paseo por el mercado donde, sin un menú fijo, el cheff fue comprando los ingredientes basándose en criterios de calidad de producto. Fue siempre muy instructivo y de trato fácil. Nos explicó qué comprar y cómo elegir el producto de calidad ideal para que las recetas salieran de primera. Con la compra hecha fuimos a las cocinas del riad y nos pusimos manos a la obra. Con el chef Lahcen y el equipo de cocina, Fátima "tajin" y Fátima "cuscús", el tiempo se pasó volando. Estuvimos cerca de las tres horas dándolo todo. El menú consistió en una serie de "tapas" marroquíes como rollos de berenjena con almendra, zanahoria con especias, berenjenas con salsa típica, pasta filo con queso y aceitunas... ¡se me hace la boca agua de recordarlo! De plato principal preparamos tajin de cordero con pasas y de postre pasta filo con pasta de dátiles, coquitos de dátil con almendra y zumo de fresa con menta. Ni qué decir tiene que tras volver a nuestro riad finiquité la mañana con una siesta de escándalo.

A la vuelta colgaré en el blog las recetas que estamos pendientes de recibir. Volveremos a comentar cómo es la comida local porque en nada nos movemos a Marrakech, estaremos unos días por el valle del Draa y visitaremos la zona bereber del desierto.





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