El microbús de Sapa nos dejó dos horas antes de la salida del tren de vuelta a Hanoi, en la estación de tren. Como teníamos tiempo, nos lo tomamos con tranquilidad. Comimos noodles, nos compramos algo de picar y un mango.
Estábamos intranquilos por saber como sería nuestro compañero de viaje. En el de ida a Lao Cai nos tocaron unos macarras, bueno un macarra y la parienta. Sí bien no pasó nada, desaparecieron a mitad de noche y nunca más supimos de ellos. Esta vez todo ha sido mejor. Estamos viajando con una mujer y sus dos hijas, de pocos meses y la otra de unos seis años. También viaja con su madre. Espero que el bebe nos deje dormir por que mañana queremos tener las pilas cargadas para disfrutar 100% de la Bahía de Halong.
Estábamos intranquilos por saber como sería nuestro compañero de viaje. En el de ida a Lao Cai nos tocaron unos macarras, bueno un macarra y la parienta. Sí bien no pasó nada, desaparecieron a mitad de noche y nunca más supimos de ellos. Esta vez todo ha sido mejor. Estamos viajando con una mujer y sus dos hijas, de pocos meses y la otra de unos seis años. También viaja con su madre. Espero que el bebe nos deje dormir por que mañana queremos tener las pilas cargadas para disfrutar 100% de la Bahía de Halong.
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