viernes, 10 de enero de 2014

ADIÓS AUSTRALIA, HOLA DUBÁI

Tras la espectacular noche de fuegos artificiales en Sídney el día de año nuevo nos cocinamos en el hostel una copiosa comida comprada en el Fish Market con anterioridad. Púlpitos, mejillones de Nueva Zelanda y langostinos. ¿Qué os parece el banquete? El Fish Market es la segunda lonja de pescado más grande del mundo tras la de la ciudad de Tokio. Los alrededores de la bahía de Sídney, bañada por el Pacífico, son ricos en pescados y mariscos. Con tristeza y la panza llena nos dirigimos al aeropuerto. Tras abandonar Sídney hicimos escala en Adelaida y después de 16 horas de vuelo en total, por fin llegamos al Emirato de Dubái.

 

Dubái pertenece a los Emiratos Árabes Unidos. EAU es un conjunto de Emiratos de la península arábiga formada por siete emiratos. De todos es conocida la opulencia y riqueza de estos lares. Pues bien, no todos han tenido la misma fortuna de estar sobre depósitos de petróleo. Centrémonos en Dubái.

Cuando aterrizas en el Aeropuerto Internacional de Dubái ya te das cuenta del poder que hay aquí. Suelos de mármol, columnas majestuosas, cataratas de más de cinco plantas dentro del aeropuerto... Llegas y recuerdas todo lo que sabes de aquí, como las islas artificiales con forma de palmera, hoteles con grifos de oro... Lo primero que piensas es que te va a costar un ojo de la cara el transporte y el comer. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que Dubái es lujo, no todo el mundo es ultra millonario o va con súper coches por la calle. Hay un gran abanico de precios. Si tienes dinero no hay límite para tus caprichos, pero si tienes un perfil económico bajo todo está a tu alcance. No voy a entrar a valorar los sueldos de indios y pakistaníes que son explotados tanto aquí como en otros países de la península arábiga (no tuvimos tiempo de conocer esa realidad), pero Dubái puede ser accesible para el común de los mortales.



En las próximas entradas os contaremos cómo fueron los días en la capital del lujo y las excentricidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario