He intentando ir hablando de las Fallas siguiendo el
calendario fallero, pero es imposible. Hay demasiadas cosas que ver y que hacer
si además se junta tu cumpleaños por el medio… ¡Otro año será!
Este año se ha
notado muchísimo la crisis en la fiesta. Los monumentos no sólo son ha sido más
pequeños, también han perdido algo de calidad. Para hacer honor a la verdad no
todas han perdido tamaño, la ganadora, Nou Campanar, ha brillado por su tamaño y
calidad de acabados.
Nosotros todos los años entramos a pie de alguna falla
para poder admirarlas más de cerca. Para quien no lo sepa, las fallas más
grandes (las de sección especial) están valladas en todo su perímetro para
evitar aglomeraciones sobre el monumento. Si se quiere ver desde más cerca se puede pagar una entrada que ronda entre
los 3 y 5€, según cada comisión fallera. Este año hemos visitado el segundo premio,
Cuba-Literato Azorín. Como podéis ver en las fotos toda la temática está
relacionada con el mundo floral. Ha sido mi favorita, sin dudarlo.
En cuanto a las mascletás hemos visto cinco. La ya comentada
en el blog del día 16, además de la del 17, dos de nuestro barrio y la
de la falla de Conchita Piquer, en mi barrio de toda la vida. Muy diferentes
entre sí, porque no todas las comisiones tienen el mismo presupuesto, ni el
permiso para disparar la misma cantidad de pólvora.
La ofrenda a la Virgen de los Desamparados, momento en la
que los falleros entregan flores a la patrona de todos los valencianos, ha ido
como todos los años. Resultado espectacular, pero caos organizativo. Durante dos
días, desde las 15.00 a las 00.00 horas del 17 de marzo y de las 15.00 a la 1:30 horas, una marea de falleros desfilan al lado del busto de la virgen, inundando la ciudad de olor a flores frescas y falleras engalanadas con sus
mejores trajes.
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