Primer día completado de estas tan deseadas vacaciones. Pese a que el avión llegó a Singapur a las 15:30 hora local, no llegué al hostal hasta las 18. El tener que pasar el puesto fronterizo y cambiar divisas, ha hecho que todo se alargue. Ha sido toda una paliza, pero no he dejado escapar la oportunidad de visitar el barrio de China Town, precisamente donde estoy alojado. El hostal está muy bien. Puro hostal de mochileros. Lo mejor es que está muy limpio (no se puede andar con zapatillas) y bien colocado en el mapa. Por si os interesa estoy en Hostal River City Inn.
Nada más salir a la calle he sentido el olor indiscutible de Asia y la humedad tan pesada que hay por estas tierras. El ambiente de la calle me recuerda mucho a Kuala Lumpur, donde también estuvimos hace varios años. Las calles de este barrio están llenas de puestos de recuerdos, artesanía asiática, reflexología y sobretodo de bares de satay. Los satay vienen a ser lo que para los españoles los pinchos morunos. Pese a ser originarios de Java y en general de Indonesia, aquí en Singapur causan furor. Hoy no he comido estás delicias. Me he tenido que conformar con un salteado de pato con salsa de pimienta negra. ¿Qué os parece la foto?
Mañana tengo un día muy largo. Mi intención es ver Little India, Marina Bay y terminar el día nuevamente en los alrededores del hostel. Por cierto, duermo en una habitación con 23 personas más. ¡Espero descansar!
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